El film de Fritz Lang parecería ser una especie de filme visionario, puesto que relata una sociedad autómata y divida en dos grandes grupos sociales: opresores y oprimidos, pobres y ricos, explotadores y explotados es una historia que se ha repetido en todos los sistemas de producción de nuestra historia.
Es impresionante como el director pudo articular en una pelicula silente emociones tan disimiles respecto a lo politico y social,además del lema "Mittler zwischen Hirn und Hand muss das Herz sein" (mediador entre el cerebro y la mano ha de ser el corazón) nos llama a reflexionar acerca de imperiosa necesidad de volver a unir la razón y la fuerza para reencontrarnos con un amor humano sin intereses e hipocresías. La interpretación de Metropolis es diversa la mía fue la apreciación anterior y es importrante reivindicarla como un filme crítico a las sociedades basadas en el falso mito del progreso.
