miércoles, 9 de junio de 2010

Adeventista

Me dejaste un rosario en mi pecho y el no estar contigo es una cruz que llevo a cada momento
no sé como explicarte que el amor y la religión son igual que agua y aceite
quisiera confesarte lo que siento cada vez que te encuentro
con tu sonrisa tierna y tu fuerte mirada que matizan esa belleza pueril -propia de ti-
no sé cuando tus ojos negros le hicieron un hueco a mi corazón
quisiera arrancarte los prejuicios y cubrirlos de besos.
Con esos labios tan conservadores borrarías todas mis tristezas.
por que no olvidar un momento que existe dios y que es él quién marca tu camino
por que no te olvidas del culto y de todos los adventistas
"sé que no soy digno para que entres en mi vida
pero una sonrisa tuya bastara para sanarme".